En sin fin de momentos creí,
en otro sin fin me espanté,
pero nada diré de cosas
que no deben ser nombradas.
Aparentemente supliqué
A mis dos reyes magos.
Fui a buscar mi regalo,
Y él en la puerta,
Y yo en mi mente.
El sin fin de momentos es hoy:
Estrellas cortando la melancolía.
Aumentan en mi los sueños, se enfrían.
Son táctiles los deseos, se cristalizan.
Y revocó esta noche el muro
Una voz que no es de Dios.
Exactamente pedí.
El tiempo se divierte
Y yo soy la aguja que gira.
Tengo una libertad que me inspira
También una condenada suerte.
Exactamente pedí.
El tiempo se divierte
Y yo soy la aguja que gira.
Tengo una libertad que me inspira
También una condenada suerte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario