domingo, 22 de mayo de 2011

Hoy no... un tiempo mas tarde.


Y él no me llamó, su lengua desbordaba.
En sin fin de momentos creí,
en otro sin fin me espanté,
pero nada diré de cosas
que no deben ser nombradas.

Aparentemente supliqué
A mis dos reyes magos.
Fui a buscar mi regalo,
Y él en la puerta,
Y yo en mi mente.

El sin fin de momentos es hoy:
Estrellas cortando la melancolía.
Aumentan en mi los sueños, se enfrían.
Son táctiles los deseos, se cristalizan.
Y revocó esta noche el muro
Una voz que no es de Dios.

Exactamente pedí.
El tiempo se divierte
Y yo soy la aguja que gira.
Tengo una libertad que me inspira
También una condenada suerte.


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